Catedral de Santa Ana.
La Iglesia se encuentra en el centro histórico de Vilna, y se ha mantenido vigente como uno de los monumentos más relevantes en cualquiera de la gran gama de excursiones en Vilna.
Lituania es el único de los países de esta específica zona europea cuya fe predominante es la católica, por lo que la Catedral de Santa Ana es parte de la hermosa colección de templos religiosos, exhibiendo desde hace siglos una belleza que transciende las épocas.
Construida originalmente en madera, con un diseño gótico tardío en honor a Santa Ana, madre de la Virgen María, para ser usada por los católicos alemanes y los visitantes, esta primera edificación fue destruida por un incendio en el año 1419.
En su versión renovada el material de construcción elegido fue el ladrillo (según la recomendación del Gran Duque Alejandro I) y fue reconstruida entre los años 1495 y 1500, y ha sufrido una gran serie de renovaciones para preservar su antigua apariencia hasta nuestros días.
Debido a su evangelización tardía posterior al siglo XIV, la actual República de Lituania posee muy pocos templos de este estilo arquitectónico, su belleza es tal que el mismo Napoleón Bonaparte deseo llevársela consigo mientras conquistaba la región.
La belleza transcendente en el tiempo de la iglesia es similar a las de otros destinos en la ciudad, relativamente cerca se encuentra el Museo de las Víctimas del Genocidio donde podrás adentrarte en las penurias que ha sufrido el pueblo de Lituania durante el siglo pasado.