Excursión enVolcán Paricutín
El día 20 de febrero de 1943 el campesino Dionisio Pulido sería el único testigo de un fenómeno nunca visto por ojos humanos, el nacimiento de un volcán, ¡sí!, en toda la historia de la humanidad jamás había sucedido que surgiera una montaña a partir de cero y justo en la parcela de Pulido comenzó a crecer el que después nombrarían Paricutín, como se llamaba uno de los pueblos a los que sepultó su lava.
Por fortuna hoy ha calmado su actividad y gracias a ello conocerlo está a tu alcance cuando visites Uruapan y sus atractivos –como la Cascada de Tzaráracua, que está a sólo cinco kilómetros de distancia–, pues de esta ciudad puedes realizar la excursión en el pueblo de Angahuan y tomarlo como punto de partida para seguir hacia el coloso, claro, aprovechando también la oportunidad de conocer este pintoresco poblado, con sus casas de tejas rojas y su iglesia de estilo mudéjar.
El Volcán Paricutín, como te imaginarás, es el más joven del planeta, figúrate que sólo el primer día creció siete metros y a los cuatro meses ya su cráter se alzaba a 200 metros de altura; cuando cesó su actividad el cono volcánico tenía 600 metros de altura sobre el terreno que lo circundaba, y unos 3 mil 170 metros sobre el nivel del mar.
Hoy tienes la oportunidad de apreciar la cúpula de la iglesia de San Juan Parangaricutiro, lo único que quedó visible de esa población, sepultado por la lava que despidió el Paricutín, pues del pueblo que le dio nombre no quedó nada, sólo la lava solidificada.