Iglesia de los Jacobinos
Ubicada en el camino a la Plaza del Capitolio a través de la Calle del Toro la Iglesia de los Jacobinos es uno de los monumentos más impresionantes de Toulouse.
Fue construida 100% con ladrillos y su fachada parece ser como cualquier otra. Sin embargo, tras sus muros esconde un símbolo de elegancia gótica sin precedentes en cada detalle de su interior. Además, aquí descansan los restos del teólogo Santo Tomás de Aquino.
También conocida como el Convento de los Jacobinos, esta iglesia ha sido considerada laica por él vaticano, así que solo se celebra misa el 28 de enero en honor al Santo que resguarda, pero se encuentra abierta al público durante todo el año.
Existe toda una historia tras la singularidad de esta distinguida iglesia. Fue construida por Domingo de Guzmán en el siglo XIII, con el fin de luchar contra el catarismo. Su fue hecho con el objetivo de lograr que los cataros se sintiesen identificados y se acercasen a la fe católica
Es pequeña y está constituida exclusivamente de ladrillo debido a que el catarismo consideraba que la iglesia era exuberantemente rica.
Fue construida de una sola pieza para que la comunicación fuese directa y el mensaje predicado llegara con facilidad a todos. Aunado a lo anterior, no tiene diseño de cruz puesto que el catarismo no creía en la crucifixión de cristo. De esta forma se buscaba que los cátaros encontrarán en la iglesia un aliado.
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