Basílica de San Sernín
La Basílica de San Sernín es uno de los edificios más emblemáticos de Toulouse, es la segunda iglesia más antigua en toda Francia y representa un santuario a San Saturnino, un importante misionero romano que fue martirizado siendo atado y arrastrado por un toro.
Este maravilloso cimiento es parte del Patrimonio de la Humidad desde 1998. En él se ha venerado a San Saturnino a lo largo de la historia y actualmente sigue recibiendo a todos los peregrinos que recurren a él en sus plegarias, mientras que en la Iglesia de los Jacobinos se venera y ora a Santo Tomás de Aquino.
Visitar esta obra de arte romana sin lugar a duda representa una de las actividades más importantes que hacer en Toulouse, por la oportunidad de conocer su impresionante interior lleno de acabados y detalles renacentistas y góticos esculpidos en piedra, madera y mármol, también. Un paseo alrededor de la Basílica nos permitirá admirar sus bellas capillas y el típico campanario octagonal de la región.
Además, en el interior se pueden ver los restos de los santos y algunas reliquias que guardan inscrito en ellas el pasado del majestuoso lugar y el venerado santo.
Como dato curioso podemos decirte que la torre del campanario que se levanta frente al coro mide 64 metros y está dividida en 5 niveles.
Así que ya sabes, si vas a Toulouse, compra un tour en la Basílica de San Sernín y disfruta del lugar, pues la iglesia más conocida y visitada en la región.
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