Catedral Ortodoxa de Timisoara
Si no fuera porque los guías locales que te llevan en las excursiones desde Timisoara te contaran que fue construida en 1946, pensarías que fue erigida en pleno auge del Renacimiento.
Su arquitectura es una muestra del arte renacentista, otomano y bizantino. Por lo que se la puede definir como una catedral de arquitectura versátil.
Entre los elementos que en ella podemos encontrar están los techos de mosaico que destilan verdes y dorados destellos a la luz del sol, las obras de arte religiosas que datan de hace siglos atrás, nichos flanqueados por ladrillos en su exterior, aleros y arcos que le dan sinuosidad a la estructura y un pintoresco techo de aguja la parte posterior de la catedral.
La catedral es dueña de once torres y la más alta de ellas se erige a 80 metros del suelo.
La nave principal de la edificación presenta techos abovedados decorados en celeste cielo y dorado. Todos los visitantes están invitados a colocar una vela en los oratorios que escoltan la entrada a la catedral y a bajar al sótano a admirar obras de arte y reliquias que se forjaron en la antigüedad.
Si cuando sales de la catedral ya es de noche, una típica cena romántica de los Balcanes estará aguardando por ti en uno de los restaurantes que bordean la Plaza Victoriei.