Centro Histórico de Rennes.
Damos inicio a nuestro recorrido explorando la parte más antigua de la ciudad. Como ya sabes, Rennes tiene un importante pasado medieval que se ve reflejado en sus barrios. Muchas de sus cuadras conservan casas en madera con fachadas coloridas, convirtiéndola en una de las ciudades de Francia que destaca por esta particular característica. Si deseas hacer un recorrido y sacar algunas fotos de este bello lugar, puedes tomar las calles empedradas de Chapitre, Salette y la calle Saint-Sauveur.
Como en todo centro histórico, encontrarás varios de los edificios con más historia de la ciudad, como el ayuntamiento, la ópera o la Catedral de San Pedro de Rennes, sin contar las decenas de bares y restaurantes que hacen las delicias de los turistas. Algunos de los lugares más propicios para la vida nocturna en la ciudad se encuentran junto al mercado Place des Lices, donde hallarás lugares con espectáculos de música en vivo. Si tienes ganas de comer algo muy autóctono de la región de Bretaña, no te puedes ir sin probar la galette-saucisse, una salchicha caliente envuelta en crepe.
Si deseas un plan muy cultural, una buena idea es conseguir tus entradas en la Ópera de Rennes para asistir a sus variados espectáculos. Este pequeño pero hermoso recinto de forma circular se encuentra junto al ayuntamiento y abre sus puertas para visitar sus instalaciones, ver sus ensayos o asistir a su temporada de ópera. Junto al Museo de Bellas Artes, la ópera es uno de los lugares imperdibles para los amantes del arte en Rennes, ¡aprovéchalo en tu próxima visita!