Randers, Dinamarca.

 

Es la sexta ciudad más poblada de Dinamarca, y como muchas otras está llena de historia y cultura. A pesar que durante la edad media era un puesto de comercio prospero debido a su ubicación entre grandes asentamientos, su economía se vio ligeramente estancada debido a la gran industrialización de otras poblaciones cercanas.

En sus orígenes, fue un pueblo comercial importante para los condados cercanos, pues facilitó el comercio entre los mismos en gran manera; sin embargo estuvo siempre en medio de conflictos gubernamentales y territoriales, los cuales causaron que la ciudad fuera sitiada e incendiada varias veces durante el fin de la edad media. A pesar de esto, la ciudad siempre salió adelante y consiguió establecerse como un puerto y puesto comercial importante que aseguro un nivel constante de prosperidad durante muchos siglos.

El conflicto constante bajo el que se encontró el pueblo durante gran parte de su historia trajo grandes desgracias y guerras que asolaron a los habitantes, pero sin embargo a finales del siglo XVIII vio un incremento importante en sus capacidades comerciales debido a la adaptación del puerto, y a la relativa estabilidad y paz que tuvo en años siguientes. Una de las mejores maneras de conocer el estilo de vida de los habitantes de la época son las construcciones en madera, que fueron realizadas por hábiles artesanos en su oficio y que hoy en día perduran incluso como viviendas de los actuales habitantes de la ciudad.

La industrialización de la ciudad trajo gran éxito y expansión territorial, pues al contar también con un excelente puerto natural, Randers se estableció durante bastante tiempo como la ciudad más importante de Dinamarca con respecto a la industria textil, agrícola y pesquera. Un dato curioso sobre la industria de Randers es que allí se fundó una de las primeras empresas de manufactura de guantes, que posteriormente eran vendidos por toda Europa.

Se dice que una de las primeras fábricas de guantes de las que se tiene registro fue fundada en Randers, cerca del año 1200, y hoy en día aún persiste la fábrica Randers Handskefabrik, fundada en el año 1811 y que exportaba sus productos a todos los países de Europa. Algunas de las otras fábricas que aún persisten luego de más de un siglo de antigüedad en la ciudad son las destilerías Thor, que producen la célebre cerveza Thor, que toda la nación relaciona con la ciudad. Otra de las fábricas que sigue en producción es la Dronningburg Maskinfabrik, que manufactura maquinaria agrícola.

Sin embargo, aquí no solo es posible encontrar un pueblo tranquilo e industrial, sino que tiene numerosos atractivos turísticos que llaman la atención de muchas personas cada año. Al ser un lugar pintoresco y lleno de historia, no es de extrañarse que muchas personas busquen visitarlo por distintas razones.

Una de estas razones puede ser sin duda el Randers Regnskov , o Zoológico Tropical de Randers, que contiene unos de los pocos hábitats artificiales en Europa aptos para la conservación de especies nativas.  Con temperaturas controladas y tecnología de punta, los distintos biomas disponibles en este zoológico permiten imitar casi a la perfección los originales, basados en distintas partes del mundo. Aquí puedes realizar excursiones en los distintos biomas, e incluso puedes asistir a uno de los tours en español que ofrece el lugar.

Otra de estas razones para visitar Randers es la Mansión de Memphis , un museo dedicado a la vida y obra de Elvis Presley. Aquí puedes conocer sobre la vida de este artista, en un museo que está basado en la famosa Graceland, en Tennessee. Este lugar también funciona como restaurante de comida típica del pueblo natal de Elvis Presley, pues fue construido por su club de fans oficial en Dinamarca. Sin duda es un lugar muy particular que te ofrece todo tipo de excursiones en la Mansión para que conozcas más del artista y sus objetos personales.

También, a algunos kilómetros de distancia de la ciudad de Randers, en el pueblo de Mariager, podemos encontrar la Mariager Klosterkirke , o abadía Mariager, que fue construida en el siglo XV y a la que fueron otorgadas múltiples derechos de renta y cesiones de tierra para su mantenimiento, resultando así bajo el poder del abad grandes extensiones de terreno y rentas. Esto se mantuvo así hasta que llego la reforma Luterana y la iglesia perdió gran parte de sus posesiones, disminuyendo así su relevancia en la zona.