12 de Diciembre: Día de la Virgen de Guadalupe
Aparición de la Virgen de Guadalupe
Este suceso tuvo origen en el cerro del Tepeyac, al norte de lo que ahora es la capital mexicana; en el año de 1531, la virgen se le apareció a Juan Diego Cuauhtlatoatzin. El indígena iba pasando por una zona en la cual escuchó su nombre, se dice que la voz era semejante al canto de los pájaros, sorprendido, se dirigió a dónde provenía el ruido, ahí fue donde Juan Diego logró ver por primera vez a la Guadalupana; en ese momento la virgen le solicitó la construcción de un templo en el lugar donde ella se encontraba.
Acatando la petición de la morenita, Juan Diego acudió con el obispo Juan Zumárraga para comunicarle el mensaje, lamentablemente, el obispó no creyó nada.
Una vez más, y mientras Juan Diego caminaba por el mismo lugar, la virgen volvió a dejarse ver ante él; esta vez, para no desacreditar su aparición, la morenita le prometió tres milagros. Juan Diego pasaba por un momento difícil, ya que su tío se encontraba muy enfermo, por lo cual pidió la cura de su familiar, el segundo milagro, se llevó a cabo en un lugar donde el invierno había hecho de las suyas y no había ni una flor; repentinamente comenzaron a nacer hermosas flores, las cuales Juan Diego comenzó a recoger, guardándolas en su ayate (instrumento agrícola, utilizado para recolectar cosechas), luego, acudió a visitar al obispo, hasta ese momento solo habían transcurrido los dos primero milagros.
Cuando llegó a donde estaba la autoridad católica, mostró las flores que había recogido y aguardaba en su ayate, precisamente de aquél lugar donde antes de suceder el milagro, no había ningún rastro de flora; tanto Juan Diego como el obispo se sorprendieron de lo que encontraron, pues en aquella tela que llevaba los pétalos, se encontraba la figura marcada de la que ahora conocemos como la Virgen de Guadalupe, este hecho se completó como el tercer milagro y se vio representado el 12 de diciembre de 1531.
Quien fue Juan Diego
Juan Diego Cuauhtlatoatzin, nació en Cuautitlán el 5 de Mayo de 1474 y pertenecía a la etnia chichimeca. Se dice que murió a la edad de 73 años el 30 de Mayo de 1548.
Hasta el momento es muy difícil poder conocer a ciencia cierta la historia del Santo, sin embargo, se tiene alguna idea debido a un texto incluido en el libro que lleva el nombre de Huei tlamahuiçoltica, publicado en 1649, aproximadamente 101 años después de la supuesta fecha de muerte de Juan Diego; este escrito fue realizado por Luis Lasso de la Vega, sacerdote novohispano que estuvo encargado del templo dedicado a la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac.
Según el sacerdote, Juan Diego fue bautizado por los primeros misioneros franciscanos a la edad de 50 años. Se consideraba al santo como un ser humano piadoso según los franciscanos y agustinos ubicados en Tlatelolco, aún no había conventos o iglesias, así que solo se profesaba la doctrina; esta se llevaba a cabo en una choza, por lo general se ofrecía misa y catecismo. Juan Diego caminaba desde Cuautitlán con dirección al sur, un trayecto sumamente largo que incluía el paso por el cerro del Tepeyac, lo cual reafirmaba su devoción hacia la religión.
Después de lo acontecido aquel 12 de Diciembre, Juan Diego fue considerado una de las piezas claves para el advenimiento de la Virgen Guadalupana, así que fue recompensado por el sacerdote, mandándole a construir una ermita para que viviera en ella. Según Luis Lasso de la Vega, el obispo Juan Zumárraga no dejó evidencia o constancia de lo sucedido con Juan Diego.
El alcance de la historia fue tan grande, que en 1990 Juan Diego fue beatificado por el Papa Juan Pablo II y en 2002, canonizado por el mismo. San Juan Diego es celebrado el día 9 de Diciembre.
La Basílica de Guadalupe
A la morada de la Morenita del Tepeyac se le conoce con el nombre de Basílica de Guadalupe, pero su nombre oficial es Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe. Está ubicada al pie del cerro del Tepeyac en lo que ahora corresponde la alcaldía de Gustavo A. Madero, al norte de la Ciudad de México.
Además de esta edificación, la zona cuenta con un conjunto de construcciones religiosas; te contamos un poco más acerca de ellas.
Antigua Basílica de Guadalupe
La construcción original se llevó a cabo de 1695 a 1709 cuando abrió sus puertas, y fue diseñada por el arquitecto Pedro de Arrieta; este edificio aún se encuentra en el mismo lugar donde se levantó la primera vez y ha pasado por una gran cantidad de restauraciones.
La Capilla de Indios
Se construyó en 1949 por Luis Lasso de la Vega y fue la primer morada de la imagen de la Virgen de Guadalupe, desde 1695 hasta que 1709 fue trasladada a la Antigua Basílica, junto con el estandarte de Miguel Hidalgo. Se le atribuyó este nombre por el culto de la población indígena y está construida en los mismos cimientos donde se levantó la primera capilla a petición de la Virgen de Guadalupe en su aparición con Juan Diego; además de ser también, la morada durante los últimos años del Santo Juan Diego.
La Capilla del Cerrito
La ubicación de esta capilla es exactamente donde ocurrió el segundo milagro, nos referimos al de las flores y donde apareció por primera vez la Virgen de Guadalupe. La primera capilla en esta locación fue construida en 1666 y en 1740, se ordenó la construcción del templo actual. Dentro de este lugar puedes encontrar pinturas del muralista Fernando Leal, y en la actualidad, en este edificio se encuentra el Convento de las Carmelitas.
La Capilla del Pocito
Fue construida de 1777 a 1791, se encuentra ubicada a las orillas del cerro del Tepeyac, de lado oriente y fue edificada sobre un pozo de aguas milagrosas; a este lugar acudía una gran cantidad de grupos en peregrinaciones. Antes de la construcción de la capilla, se decía que muchos enfermos llegaban a este lugar para beber del agua o lavar sus heridas, pero lamentable se convirtió en un gran foco de infecciones. Pronto se cerró esta zona para evitar la propagación de enfermedades y en 1777 comenzó la construcción, a la cual se le dio un estilo barroco.
Templo y antiguo convento de las Capuchinas
Este lugar está ubicado en la costa oriente de la Antigua Basílica; fue construido en 1792 hasta el año de 1797, fundado por Sor María Ana y ocupado por madres capuchinas. En todo el tiempo que se ha mantenido en pie esta edificación, ha servido como resguardo para la imagen de la Virgen de Guadalupe en momentos de remodelación. Esta es una de las construcciones que ha sufrido más por el paso de los años, ya que debido a la inestabilidad del subsuelo se ha notado un breve hundimiento.
Nueva Basílica de Guadalupe
En 1974 comenzó la construcción de la nueva Basílica de Guadalupe, el edificio se encuentra localizado al poniente de la Antigua Basílica. La realización de esta importante edificación estuvo a cargo de Pedro Ramírez Vázquez, importante arquitecto que estuvo involucrado en otros proyectos como el Estadio Azteca.
El motivo por el cual se decidió la construcción de la Nueva Basílica, fue debido a la cantidad de personas que acudían año con año a visitarla, ya que el antiguo santuario se había vuelto inestable por la cantidad de años que llevaba en pie. La forma que tiene la Basílica simboliza el manto que acoge a todos ellos que acuden a visitarla y dentro de ella, se encuentra ubicado el ayate donde se plasmó la imagen de la Virgen de Guadalupe.
En la actualidad, puedes ingresar a la página oficial de la Basílica de Guadalupe y escuchar misas en vivo, además de dejar peticiones a la morenita del Tepeyac. Por otro lado, si acudes a visitarla, puedes adquirir visitas guiadas de manera gratuita, las cuales tienen una duración de 45 minutos.
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La fe mueve montañas
La fe no discrimina, la religión mucho menos, cada año, justamente el 12 de Diciembre se suele encontrar gente de todo tipo de clase social con un solo fin, visitar a la Guadalupana que bajo del Tepeyac para traer amor y esperanza a sus fieles seguidores.
Anualmente, se espera la visita de al menos 17 a 20 millones de devotos de la Morenita de México. Millones de personas que acuden con cientos de sentimientos y que caminan durante horas, inclusive días, para poder dejar en la basílica un puñado de agradecimientos y nuevas plegarias.
11 y 12 de Diciembre
No solo son estos días en los que se comienza a notar el movimiento de los peregrinos, así se les denomina a todas aquellas personas que deciden realizar un viaje extenso a un templo como muestra de su fe; a pesar de que muchos seguidores de la Guadalupana comienzan a salir desde días antes, el 11 y 12 de Diciembre son las fechas en las que las calles se ven abarrotadas. Grandes grupos llenan avenidas y vías principales, algunos en bicicleta, otros con imágenes cargando y la mayoría, caminando desde lugares muy lejanos.
Muchos de ellos vienen desde localidades que rodean la Ciudad de México, salen a tempranas horas, o en su defecto, por la noche para que el sol no les llegue a quemar. Generaciones de familias realizan este grande recorrido, lo hacen con felicidad y fervor; no importa lo mucho que duela, o lo cansados que lleguen a la morada de la “Virgencita”, lo importante, es ir a verla en su día.
El pueblo mexicano conoce a la perfección lo que se vive esos días, no podrás ser devoto de la Guadalupana, pero si eres generoso de corazón, y sales a apoyar a todos aquellos que desean llegar pronto a la Basílica; una botella de agua, un sándwich o hasta una fruta podríamos brindarle a todos los feligreses.
Cuando se logra llegar, grandes olas de gente verás por todos lados, el gobierno de la Ciudad de México cuenta con todas las medidas preventivas para este magno evento, existe un gran equipo de vigilancia, así como servicios médicos.
La mayoría de las personas suelen llegar con los pies llenos de ámpulas, algunos con agotamiento y golpes de calor, pero una vez estando en el templo de la Virgen de Guadalupe, todo habrá valido la pena. Para terminar con broche de oro, y como último esfuerzo para la “Morenita”, en la entrada, mucha gente comienza a desplazarse hincada, rezando una oración, pidiendo milagros o dando las gracias.
Adentro, se ofrecen misas y la noche del 11, faltando un minuto para las 12, ¡comienza la verdadera fiesta!, grandes artistas nacionales se reúnen para cantar las “mañanitas”, canción mexicana que se entona en santos y cumpleaños. Hay transmisiones en vivo por todas las cadenas televisivas y se demuestra lo mucho que se quiere a la Virgen Guadalupana.
“Así como se hizo presente al pequeño Juanito, de esa misma manera se sigue haciendo presente a todos nosotros; especialmente a aquellos que como él sienten que no valían nada”
-Papa Francisco
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