Isla Rottnest
¿Buscas agua? ¿Te encanta el sol? ¿Te persigue la fantasía de perderte en una isla desierta y olvidarte de que tienes obligaciones y responsabilidades? Entonces tienes una cita con Isla Rottnest.
Si has contestado “sí” a todo lo anterior, nuestra más sincera recomendación es que aproveches las excursiones en Perth tomándote el primer ferry que salga al despuntar el alba y reservando los lugares en el último que parta desde la isla hacia la ciudad. ¿Por qué? Para empezar porque podrás adueñarte de The Basin, una súper playa de aguas tan transparentes como el cristal, ya que bien temprano en la mañana no suele haber nadie. Esta experiencia puede cambiar tu concepto de tener que madrugar.
Podemos continuar por cualquiera de los demás motivos que hacen de la visita a la isla una ocasión memorable, pero elegiremos la que encontrarás a través de una mirada de ojos rasgados y sonrisa pícara. No, no te inquietes, no te traerá ningún problema marital si es que viajas en pareja, aunque sí despertará en tus hijos las ganas de tener un peludito en casa, así que prepárate para una maratón de “por favores” y “pleeeeeeeese,” adquiridos como término de cortesía para manejarte por el continente: hablamos de los quokkas.
Estas bolitas de pelo son características de la región, aunque por alguna razón no tienen el protagonismo y la fama que han sabido ganarse los canguros y los koalas. Si buscas ternura, la encontrarás de su mano. Te pedimos por favor que no los alimentes, ellos se acercarán a ti impulsados por su curiosidad natural, así que déjalos seguir con su dieta sana y natural, y espera el momento oportuno para una selfie digna del Discovery Salvaje.
A medida que la tarde avance, irás encontrando nuevas actividades acuáticas o terrestres para quedarte con la esencia de la isla. Dejaremos que el resto sea un itinerario armado directamente por ti.
Al día siguiente, puedes tomarte un crucero vinícola por Swan Valley y continuar descubriendo las bondades del área.