Desierto de Pinnacles
Inmensidad, aridez, desolación, tranquilidad, sensación de estar en los confines del mundo, incertidumbre, paz… ¿por qué dejar que te lo cuenten si tú mismo puedes experimentarlo en tu propia piel? Por cierto… con respecto a esto último no olvides protegerla como es debido, ya que no contarás con la misma ayuda de la naturaleza que hasta ahora te habían brindado las islas.
¿Curiosidades del desierto de Pinnacles? Que se encuentra en el precio del Parque Nacional de Nambung. Así es, un desierto en medio de un parque. Otro dato que suele sorprender es su temperatura; si te has comprado una túnica blanca para refractar el sol y evitar una insolación o colapso por golpe de calor, te será muy útil… siempre y cuando el propósito haya sido disfrazarte de beduino. Contrariamente a lo que suelen contarte de los demás desiertos, la temperatura del Pinnacles no excede los 34° C.
Por último, te sorprenderemos con algo que no esperabas: el desierto fue un completo enigma para los australianos, quienes desconocieron su existencia hasta la década de los 60s, momento en el cual lo descubrieron y comenzaron a admirarlo. A pesar de ser un lugar abierto, la entrada vale entre cuatro y diez dólares, dado que se cobra el acceso al parque en el que está situado.
Para contrastar con su aridez, puedes visitar la isla Rottnest, un paraíso por descubrir.