Basílica di Sant’Antonio.
La Basílica de San Antonio en Padua, ubicado muy cerca de la Capilla Scrovegni, es una de las iglesias más grandes del mundo, visitada cada año por más de 5 millones de peregrinos y es considerada como Santuario Internacional.
Aunque nació en Lisboa, Portugal, el elocuente predicador del siglo XIII, San Antonio, vivió y trabajó en Padua, que lo reclama como propio. El santo está enterrado aquí, en la inmensa Basílica de San Antonio, un popular destino de peregrinación desde que comenzó su construcción en el año siguiente a su muerte.
La Basílica del Santo, como también es conocida la Basílica de San Antonio, es un majestuoso y complicado edificio religioso que se construyó inicialmente justo un año después de la muerte de San Antonio en 1232.
La parte externa de la basílica es una combinación de estilos lombardo, bizantino y toscano; sus ochos cúpulas y los dos campanarios están hechas en estilo oriental. Se comenta que el ángel dorado en la cúpula más alta gira persiguiendo los vientos, alcanzando así una predicción meteorológica precisa. Los tres portales de bronce que se encuentran en la fachada fueron planeados en 1895 por Boito.
El interior es igualmente interesante y lleno de obras de arte notables. En el pasillo norte está la Cappella di Sant'Antonio del siglo XVI, con nueve relieves del mismo período, escenas de la vida de San Antonio, de Jacopo Sansovino, Tullio Lombardi y otros.
Los detalles son sencillamente extraordinarios: los frescos y las obras de arte de perfectos colores envuelven concretamente cada centímetro de la basílica junto con varias esculturas de mármol y adornos de oro.
Es un lugar con una energía maravillosa, quienes han estado dentro de esta maravillosa obra coinciden que regresarían una vez más.