El Templo de Diana.
La excursión en el Templo de Diana no te llevará muy lejos, ya que se encuentra en el lado oeste de los Jardines de la Fuente, escondido tras un bosque de pinos. Se trata de unas ruinas de las que sobreviven una cámara de techo abovedado, pasadizos y vestigios de escaleras que evidencian que se trataba de una estructura de dos niveles con terraza. Durante excavaciones de 1745 se descubrió el antiguo piso hecho de placas de mármol de varios colores. En la cámara principal, unas decoraciones en la pared deliciosamente talladas te harán apreciar aún más el valor histórico de este templo.
Si bien se llama el Templo de Diana, el propósito del edificio es un misterio. Se presume que pudo ser una biblioteca, una sala de culto y hasta unos baños. Según los expertos, el edificio data de la época de Augusto; la fachada probablemente fue restaurada en el siglo II y, durante la Edad Media, funcionó como capilla del convento de unos monjes. Luego, el templo fue destruido durante las Guerras de Religión, dado que los católicos de la ciudad no querían que fuera refugio para las tropas protestantes.
En el siglo XVIII inspiró a muchos pintores del Romanticismo, entre ellos el pintor Hubert Robert, quien le dedicó varias reproducciones. En 1840, el Templo de Diana entró en la lista de monumentos históricos del estado francés. Si eres un apasionado de la historia, los misterios de estas ruinas te resultarán muy atractivos. Aprovecha que puedes recorrer el templo libremente y sumérgete en el esplendor de esta magnífica estructura.