Ermita de Nuestra Señora de los Santos
Hace mucho tiempo atrás, allá por el siglo XVI, había una señora llamada Constanza de Rojas, cuyo hijo era Beato Simón de Rojas, que vivía en una hermosa casa de su propiedad. Y fue en ese mismo solar que en el año 1602 comenzó la construcción de la ermita que hoy conocemos como la de Nuestra Señora de los Santos. Los pobladores de Móstoles sentían una devoción tan especial por quien habían consagrado como su santa patrona, que no dudaron en contribuir económicamente a la construcción de esta acogedora ermita.
Entre 1680 y 1688, la ermita fue reedificada según las creativas indicaciones de Cristóbal Rodríguez de Jarama. La planta se conforma por una sola nave que cuenta con pilastras toscanas en su interior. Una bóveda de cañón dotada de lunetos sirve de techo para la amplia nave cuya edificación se conforma de muros de ladrillo y cajones de mampostería. La ermita cuenta con dos portadas: una de ellas a los pies y la otra junto al Evangelio. Ambas de ellas cuentan con herrajes del siglo XVIII como ornamentación.
El verdadero barroco de la ermita puedes verlo en el retablo mayor. Este retablo “de camarín” que representa el barroco perteneciente a la segunda mitad del siglo XVIII está sobriamente custodiado por cuatro columnas salomónicas. Por último, una verdadera belleza de esta ermita son sus esculturas de barro cocido policromado gestado en el mismo siglo XVII. Cuando busques un recinto natural en el cual pasar un día campestre, te recomendamos el Parque Natural El Soto, un lugar en el que te podrás fascinar con los patos, los mamíferos, los árboles y los arbustos, pensados para brindarte una experiencia tan natural como deslumbrante.