Museo de Ciencias Naturales y santuario de Vida Silvestre
De la visión de la ciudadana Bessie Heard, quien, a sus 80 años, vio la necesidad de tener en la ciudad un espacio de cuidado y preservación de especies animales, para que las futuras generaciones pudieran conocer y ser parte del proyecto de proteger al reino animal; y es el 1ro de octubre de 1967 que el sueño de la filántropa se cumple, cuando el museo abre sus puertas, hasta hoy día de manera ininterrumpida, con más de 100.000 visitantes anuales. Entre las atracciones más llamativas cuenta con una exposición anual, habitualmente en febrero, de dinosaurios animatrónicas de tamaño real, que recorre las distintas eras prehistóricas y las especies que en ella vivieron, destacándose el famoso “rey” de los dinosaurios, el Tyranossaurus Rex de 46 pies de altura.
Son distintas exhibiciones animales, en la que se destaca la de Animales del Mundo, que cuenta con especies de todas partes del planeta, desde la Patagonia en Sudamérica hasta el continente africano. También cuenta con un terrario para exposición de serpientes y otros reptiles, como tortugas. Posee, de igual manera, un jardín de mariposas y de aves de distintas partes del mundo. En otra sección, encontramos al museo, que reúne importantes especies de la antigüedad, como el gran fósil del Mosasaurus, un antepasado del cocodrilo que mide más de 15 metros, así como fósiles de otros reptiles y peces. El museo posee tours en español para los visitantes de origen latino. Además, se pueden comprar las entradas en la página web de la reserva o en las taquillas del mismo.
Una excelente opción para compartir un día de conocimiento de la fauna y especies variadas de animales, antiguos como actuales, es visitarlo junto con el destacado Centro histórico de McKinney con muchas atracciones para turistas que quieren pasar la noche en sitios con ambiente de reunión familiar, tras visitar el museo y el santuario.