Kranj, Eslovenia.
La ciudad de Kranj en Eslovenia es la cuarta más grande del país, y es sede de las industrias más importantes de electrónica y goma de la región. Ubicada al noroeste de Eslovenia, esta vieja ciudad tiene una disposición única que busca preservar el legado que en ella se encuentra, pues el pueblo viejo se ubica en el centro de la ciudad y lo demás se encuentra distribuido alrededor del mismo.
Aquí podemos encontrar el centro de una gran red de ferrocarriles y tranvías que recorren gran parte de la región, conectando así los pueblos cercanos. Del mismo modo, cerca de las afueras es posible encontrar el aeropuerto internacional de Ljubljana, que curiosamente se encuentra más cerca de Kranj que de la ciudad que lleva su nombre.
Se han encontrar rastros de que la ciudad y sus alrededores han sido poblados desde épocas prehistóricas, por los habitantes primitivos de Europa, pero que luego fueron habitadas por pueblos romanos y germánicos. El pueblo que hoy conocemos como Kranj se dice que fue creado cerca del siglo X, pero fue apenas hasta el siglo XIII que fue oficialmente mencionado en registros escritos, y a partir de este momento el pueblo tuvo grandes avances en su sistema, como la formalización de su estatus como pueblo libre, sus construcciones de piedra para evitar la proliferación de los incendios y el establecimiento de sus escuelas.
En el siglo XV el imperio otomano ataco y destruyo la ciudad, que luego fue reconstruida y reforzada bajo órdenes del Sacro Imperio Romano. A partir de este momento los artesanos y comerciantes de la ciudad empezaron a proliferar, generando así mucha prosperidad para el pueblo, volviéndolo un punto de referencia entre los pueblos comerciantes cercanos. Además, al tener sus derechos de comercio los productos que hacían sus habitantes tenían gran acogida entre los compradores.
Además, este lugar era de gran importancia entre los comerciantes de Viena y de Italia, pues era un paso obligatorio entre ambas ciudades y se volvió un punto de encuentro común entre estos. Sin embargo no todo fue bueno para el pueblo, pues la ciudad fue destruida de nuevo por un ejército de húsares, soldados montados al servicio del Johann Katsianer, y poco tiempo después la plaga azoto a sus habitantes dejando muchos muertos a su paso.
En cuestiones religiosas, la ciudad era principalmente protestante, pero como con muchas otras ciudades eslavas, la contrarreforma retomo las viejas creencias católicas en la mayoría de sus habitantes. En cuestiones económicas, por otro lado, la ciudad seguía floreciendo y construyendo múltiples espacios como forjas, herrerías, fundiciones y destilerías para producir y vender más de los productos locales.
Luego de esto la ciudad atravesó de nuevo dificultades, pues los pobladores empezaron a irse para ciudades más grandes del país, pero en el siglo XIX las cosas se normalizaron y se establecieron las industrias textiles, agrícolas y de goma, que son todavía relevantes para la economía nacional y local. Estas no son las únicas razones por las que el pueblo aún se mantiene relevante, sino que al ser un lugar tan viejo, tiene un gran legado cultural y una interesante riqueza histórica.
Un ejemplo es que debido a que la Segunda Guerra Mundial, la ciudad vio mucha actividad belica, y las personas a menudo necesitaban un refugio para protegerse de bombardeos y peligros similares. Por esto, dos constructores locales llamados Josiph Slavec y Josiph Dedek decidieron construir un sistema de protección, conocido como Los túneles debajo del Viejo Pueblo de Kranj los cuales hoy en día puedes visitar y hacer tours en sus 1300 metros de extensión. Puedes consultar el precio de las entradas en la página web, pero por lo general es bastante barato.
Aquí también es posible encontrar un lugar natural que es muy popular: la Cascada Sum . Esta se ubica a 10 kilómetros de la ciudad de Kranj, y tiene una altura de 22 metros; este es un lugar muy popular, y las excursiones en los terrenos cercanos son actividades de gran acogida entre los turistas.
Si te interesan los planes culturales que ofrece la ciudad, sin duda es importante visitar la Casa Layer . Esta es nombrada así por Leopold Layer, uno de los más importantes artistas barrocos de Eslovenia; la casa que lleva su nombre también se encarga de mostrar su trabajo y su influencia en la escena artística nacional. En este lugar es posible conocer sobre arte, disfrutar un buen momento en el café adjunto, y hacer los tours en las galerías de la casa.