Excursión en el Monte Tláloc
El Monte Tláloc fue ante todo una cima sagrada para la gran triple alianza de los tiempos prehispánicos: Texcoco, Tenochtitlán y Tepanohuayan. Jugó un rol esencial, no sólo como adoratorio a la divinidad, sino como un espacio elegido por el cielo donde ocurren cosas. En aquella montaña un improbable episodio de la naturaleza se da en el mes de febrero.
Tláloc es uno de los sitios arqueológicos más grandes del mundo, inclusive más alto que Machu Pichu. Con unos 4100 metros sobre el nivel del mar, el Monte ubicado a los límites de Texcoco y empezando Tlaxcala, deja en claro que es necesario un sacrificio para poder subir a su cima. Más aún cuando el camino desciende de temperatura.
En dicho espacio se encuentra actualmente un templo ceremonial en ruinas, pero se espera que el gobierno en conjunto con el Instituto Nacional de Antropología e Historia se pueda volver a reestructurarlo. Este templo no es solo una adoración al dios de la lluvia, sino que a su vez, es el templo con mayor elevación del planeta, por lo que su descubrimiento arqueológico es sumamente importante.
Se recomienda llegar hasta San Jerónimo Amanalco y desde allí consultar a un guía para el ascenso al volcán, puedes disponer de un vehículo todo terreno para aventurarse hasta la cima del mismo, aunque recuerda que esta ruta es montañosa por lo que debes tener precaución al conducir.
Si la cultura prehispánica te ha fascinado, te recomendamos visitar el Temazcal Ameztli después del Nido y el Monte Tláloc, para vivir de piel a piel una excursión en Ixtapaluca sin igual.