visitas guiadas en español

May 04, 2023

Un paseo por Praga nos llena de cultura, costumbres y sobre todo historia, y en esta ocasión, hablaremos de un pasado histórico relacionado con la Segunda Guerra Mundial, el Führer y el nazismo. Te contaremos acerca de Terezín y el engaño que Adolf Hitler y sus aliados, recrearon en este pequeño pueblo para vender la idea de una aldea judía perfecta. 

Terezín, por qué es importante conocerlo 

Terezín, también conocida como Theresienstadt, es una ciudad situada a unos 60 km al noroeste de Praga, República Checa. Durante la Segunda Guerra Mundial, fue utilizado por el régimen nazi como ghetto y campo de concentración para judíos y otros prisioneros. Es importante conocer Terezín debido a la historia que se gestó a su alrededor, pues incluso, el régimen nazi grabo el estilo de vida que tendría la supuesta granja judía de esta localidad. 

Te contamos un poco acerca de la historia; el ghetto se estableció en noviembre de 1941 y, durante la guerra, fueron enviados allí aproximadamente 140.000 judíos.  Terezín fue diseñado para engañar al mundo exterior, para que la gente creyera que los judíos estaban siendo tratados humanamente por los nazis. Se hizo que la ciudad pareciera una comunidad modelo, con eventos culturales, escuelas e incluso una ópera para niños. Sin embargo, detrás de la fachada, las condiciones de vida eran pésimas, con hacinamiento, enfermedades y desnutrición rampante. Aunque no se considera un campo de exterminio nazi; miles de judíos murieron por las deplorables condiciones en que se encontraban. 

Se debe conocer esta ciudad para reconocer el pasado nazi, para que la propaganda que intentaron hacer no continúe, para alzar la voz ante los judíos que ya no pueden hacerlo, para honrar la memoria del pueblo y para recalcar que aún nos falta desenmascarar mucha historia del régimen nazi que quisieron ocultar. 

Ghetto propagandístico 

Terezín fue un campo de transición hacia otros campos de exterminio, con judíos provenientes de Hungría, Checoslovaquia, Austria, Holanda, Luxemburgo, Dinamarca y Alemania. El pueblo se convirtió en un ghetto, que supuestamente el Führer vendió a los judìos para un retiro y descanso; las cantidades de dinero que pagaron los judíos fueron exorbitantes, pensando que realmente podrían tener un lugar seguro del régimen; sin embargo, fue lo constrario. 

Se cree que a Terezín llegaron judíos muy estudiados, entre músicos, pintores, escultores, maestros, escritores y famosos. Se considera que más de 58.00 judíos vivieron en el ghetto destinado para 7.000 personas. La propaganda que realizaba el régimen nazi era practicamente perfecta, pues elegían a los judíos en mejores condiciones, los aseaban, vestían y alimentaban. Con los niños ensayaban obras de teatro y coros de orquestas; limpiaban las calles de la ciudad, armaban lindas casitas y dejaban todo listo, incluso se cree que el ghetto tenía su propia moneda para comprar en tiendas improvisadas. A través de este engaño se rodó una película, para mostrar al mundo, las mejores condiciones en los que el Führer trataba a los judíos. 

Hoy, Terezín es un monumento a las víctimas del Holocausto. El antiguo ghetto se ha convertido en un museo y muchos de los edificios se han conservado o restaurado. En una visita por la ciudad podrás encontrar el pasado de opresión, ver el antiguo cuartel, la sinagoga, el crematorio y el cementerio judío; entre las calles desoladas encontrarás susurros que piden justicia y, en algunas paredes de diversos edificios, aún se pueden ver los dibujos de pequeños que buscaban un futuro mejor. Hay un memorial a los niños que murieron en Terezín, que cuenta con miles de azulejos de cerámica decorados por niños de todo el mundo, una experiencia conmovedora. 


Visitar Terezín es una experiencia emotiva e importante; un recordatorio de que el Holocausto existió y de que las víctimas no deben ser olvidadas. 

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