Querida y apreciada 

La primera piedra de la Catedral Metropolitana fue puesta por Hernán Cortés, en el año de 1524, justo en la intersección de caminos que conducían al centro espiritual de los aztecas. El primer arquitecto a cargo de su construcción fue Martín Sepulveda, sin embargo, las obras comenzaron en 1573 y fueron concluidas en su interior hasta 1667 y en su exterior hasta 1813.

Debido al extenso rango de tiempo que duró su construcción, casi todos los constructores y artistas del virreinato trabajaron, en algún momento, en esta edificación, ambos factores influyen en los estilos que presenta la Catedral Metropolitana, los cuales estuvieron en auge durante esos periodos de tiempo y entre los que destacan el gótico, barroco, churriguerismo y neoclásico. Dichos estilos, los encontramos no solo en la estructura y ornamentos, sino también en el mobiliario y en las piezas artísticas que decoran la Catedral.

Historia de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México

El nombre completo que recibe esta majestuosa obra arquitectónica es la Catedral Metropolitana de la Asunción de la Santísima Virgen María a los Cielos de la Ciudad de México, y cabe resaltar, que es la más grande de América Latina.

Para su construcción se usaron rocas que fueron parte del Templo Mayor de Tenochtitlán y del Templo de Huitzilopochtli. Sin embargo, la primera versión de la catedral fue demolida, ya que fue afectada por las grandes inundaciones que devastaron la región y, no fue sino hasta 1571 que se volvió a colocar la primera piedra para su construcción, finalmente, terminando el siglo XVIII, bajo el mando del arquitecto Manuel Tolsá, la Catedral fue terminada.

Desde la distancia, la Catedral Metropolitana ostenta su fastuosa cúpula, nos presenta cuatro fachadas, en las que se descubren portadas rodeadas por columnas y estatuas. La Catedral consta de cinco naves que están compuestas por 51 bóvedas, 74 arcos y 40 columnas. No podemos dejar de mencionar los preciosos campanarios que decoran su frente, que reúnen en conjunto 35 campanas. Una vez que ingresamos, podemos recorrer las 16 capillas dedicadas a diferentes santos, dos altares, la sacristía y el coro, este último presume dos de los órganos dieciochescos más grandes del continente.

La Catedral Metropolitana hace parte del conjunto de edificaciones que decora el Zócalo capitalino, los cuales, por su belleza, exquisitez, historia, legado e importancia, fueron nombrados Patrimonio de la Humanidad, en 1987. La Catedral es una de las obras más notables de la arquitectura hispanoamericana, contrasta y da vida al centro de la ciudad en el que emergen a través del tiempo, nuevas y diferentes edificaciones, podemos destacar, por ejemplo, la arquitectura de la Torre Latinoamericana que, por más de quince años fue el edificio más alto de la ciudad; y en su momento, fue también, una obra de vanguardia con muchos reconocimientos.

Con el paso de los siglos, la Catedral Metropolitana ha sido testigo de diferentes sucesos en la vida nacional, pero fue hasta 1979, que recibió por primera vez a un pontífice de la Iglesia Católica. Todos aquellos que queramos disfrutar de esta magnífica obra, podemos acceder a las visitas guiadas que ofrece la Catedral, algunas a puerta cerrada para que conozcamos todos los tesoros que alberga entre sus muros en esta muestra de la arquitectura en la CDMX.