Catedral de Huesca
La Catedral de Huesca es un bellísimo templo gótico, matriz de la ciudad y núcleo de la fe católica en esta zona de Aragón. Es un hermoso museo sacro, que congrega distintas expresiones artísticas relacionadas con la religiosidad.
El altar mayor está dominado por un singular retablo. Tallado en alabastro en el siglo XVI, muestra tres escenas de la Pasión de Cristo. Conserva su color crema lechoso, que adquiere sombras caprichosas con la iluminación natural de la iglesia, que tienen numerosos vitrales y ventanas.
Uno de los puntos principales de la Catedral de Huesca es la capilla del Santo Cristo de Los Milagros. El hermoso retablo barroco está recubierto de pan de oro y resguarda la imagen del Cristo crucificado que tanta devoción reúne entre la feligresía de Huesca. Hay otras capillas, dedicadas a santos y advocaciones de la Virgen María, patrona del templo.
Una de las visitas imperdibles durante el tour en la Catedral de Huesca es el Museo Diocesano, a un lado del templo. En él se conservan distintos elementos del culto católico a lo largo de la historia de la ciudad. Destacan una predela de plata, del siglo XIII, y los primeros libros impresos en Huesca en el siglo XVI.
También se puede subir al campanario, en la torre frontal de la iglesia. Desde allí se pueden obtener increíbles vistas de la ciudad, extendida hacia el sur. La Catedral de Huesca es un monumento nacional que conjuga distintos elementos y que se ha vuelto uno de los principales atractivos turísticos de Huesca y de Aragón. Una vez que termines de explorar este maravillos lugar, puedes visitar el Santuario de Torreciudad, símbolo máximo de la obra de San José María Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei.