Excursión a la península de Tasmania
En el extremo más al sudeste de la isla de Tasmania, se encuentra la península de 27 kilómetros de largo y 19 kilómetros de ancho. Dentro de sus límites, se encuentra el Parque Nacional de Tasman con toda su diversidad.
El primer europeo en pisar la isla fue Abel Tasman, quien se encuentra con el clan Pydairrerme de aborígenes y con una colonia de robustos árboles con los que más adelante se fabricarían barcos. Más adelante se halló carbón en los yacimientos de la isla, el cual fue extraídos por los presidiarios acerca de los que te contarán en una excursión a Port Arthur.
El clima de la isla es muy amigable, incluso en invierno. Sin embargo, al tratarse de una península, su condición geográfica la expone a un fenómeno llamado roaring forties, o los rugientes cuarenta, unos iracundos vientos que suceden en el marco de las latitudes 40° y 50° de los océanos australes. Hasta los marineros más experimentados les temen a los “aulladores” del hemisferio sur.
Y lo prometido… es deuda: el demonio de Tasmania. La península es un espacio de refugio para estos pintorescos marsupiales. Desde hace años se viene observando una extraña enfermedad que les produce tumores faciales a los legendarios personajes que supieron llegar al mundo de los Looney Tunes. Afortunadamente, los que están protegidos en la península no sufren de este mal y, por lo que se ha podido observar y deducir, este no llegará a azotar a los ejemplares de la península.