Catedral de Galati
La catedral de Galati es uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad. Apreciarla por fuera cuando el sol ya no nos acompaña, tiene un toque de magia que se quedará contigo para siempre. Las luces iluminan sus recovecos de forma estratégica para que se vea aún más majestuosa de lo que ya es.
No menos sorprendente es su interior, en el cual podrás apreciar la forma en la que los rumanos viven la religión.
Rumania está llena de iglesias, lo cual demuestra la importancia que su gente le otorga a los templos sagrados de su religión. Durante la era comunista de Ceaucescu, fueron martirizados siete obispos católicos. Esta fue la medida más drástica que se tomó acatando las órdenes provenientes de Moscú.
Cuando se lanzó la campaña mediante la cual el clero católico era exhortado a convertirse a la iglesia ortodoxa, solo treinta y ocho autoridades eclesiásticas de las mil seiscientas existentes accedieron.
Ante tal negativa, muchos obispos fueron encarcelados y la muerte fue el resultado final para siete de ellos.
Hoy Rumania quiere hacer resurgir ese derecho que le arrebataron de practicar libremente su religión y manifestar su fe.
Sin embargo, este también es un país muy volcado a la cultura, así que puedes dar un paseo por El Museo de Ciencias y Jardín Botánico. En ellos encontrarás actividades muy divertidas para compartir en familia o con amigos.