Grugapark.
Después de una visita al imponente Complejo Industrial de la Mina de Carbón Zollverein y de impregnarnos del espíritu de la industrialización, una jornada en el Grugapark nos vendrá de maravillas.
En sus 70 hectáreas de extensión, el Grugapark le da hogar a un jardín botánico que exhibe flora autóctona y exótica. El parque está situado en el centro de la ciudad y representa un importante pulmón para sus alrededores.
Lo que hoy es una auténtica obra maestra del paisajismo, antes de 1927 solía ser un descampado baldío. No obstante, gracias a la financiación del Subsidio de Desempleo Productivo, en 1929 ya presentaba la Gran Exhibición Hortícola de la Región del Rhur, para terminar convirtiéndose en el parque de visita pública que hoy podemos disfrutar.
Una de las atracciones del parque que muy especialmente persiguen los turistas, es su comida. En su perímetro se encuentra el Orangerie Restaurant-Café, el cual ofrece un auténtico viaje al Mediterráneo a través de sus platos de pasta, carne, pescados y vegetales. Lo mejor es elegirlo en un día soleado, ya que te puedes sentar al aire libre, debajo de una de sus sombrillas, y permitirte el lujo de saborear los auténticos waffles alemanes.
Otra opción imperdible es el Restaurant-Café Landhaus, con sus impresionantes vistas al Baldeneysee, el más grande de los embalses del río Ruhr. Aquí podrás degustar los platos típicos que tienen por costumbre quedarse con todas las estrellas de sus comensales.
Hay excursiones desde diferentes partes de la ciudad para llegar aquí.