Drogheda, Irlanda.
Considerado uno de los pueblos más antiguos de Irlanda, también es el tercer poblado con mayor cantidad de habitantes en el país. Este pueblo es atravesado por el rio Boyne, que a los pocos kilómetros desemboca en el Mar de Irlanda; anteriormente, existían dos secciones del pueblo, que eran considerados pueblos distintos, y que finalmente se unificaron en el pueblo que hoy en día conocemos.
Fundado oficialmente hace más de 800 años, el pueblo de Drogheda desde sus inicios se caracterizó por la fuerte influencia de la iglesia y la monarquía de su época, y los rastros de eso quedan en los muchos edificios medievales que aún permanecen en el pueblo. Algunas fuentes afirman que el pueblo era habitado antes de ser reconocido formalmente como tal, pero lo que si es cierto es que la mayor de estructuras de piedra antiguas que podemos encontrar aquí datan del siglo XIII.
El pueblo tiene un pasado sangriento, ya que tuvo muchas implicaciones durante la Guerra de las Rosas, un conflicto civil interno que se llevó a cabo en Inglaterra durante el siglo XV, cuando dos familias reales empezaron a disputar su derecho al trono como consecuencia de otros factores que habían ido debilitando la situación política en el país durante mucho tiempo.
Además de esto, los enfrentamientos constantes entre Irlanda e Inglaterra tuvieron gran importancia en este poblado, que continuamente resistía asedios de ambos bandos. El pueblo fue tomado, como muchos otros, por Oliver Cromwell, como parte de su campaña que buscaba aumentar la influencia de Inglaterra sobre los territorios cercanos. Luego de esto, que ocurrió durante el siglo XVII, Drogheda empezó a disfrutar de una relativa paz, que era interrumpida por conflictos sociales menores.
También, durante esta época, el pueblo empezó a industrializarse, lo que influyó positivamente en el crecimiento económico y demográfico. Aquí se establecieron importantes industrias como de transporte naval, destilerías y de comercio de productos locales. La industria de las destilerías en Drogheda siempre fue de las más importantes, y existen empresas que han tenido allí sus fábricas desde hace algunos siglos; algunos de los ejemplos de compañías que mantienen fabricas allí desde hace muchos años son Jameson Whiskey, Coca-Cola y Jack Daniel’s.
En la actualidad, es un pueblo que está altamente industrializada, y su economía es muy importante en muchos sectores de producción a nivel nacional. Además de esto, este viejo pueblo irlandés tiene muchísimo por contar, ya que al ser tan viejo y pasar por tantos momentos históricos, la cultura y la herencia se han ido acumulando a lo largo de todos los puntos de interés locales.
Uno de estos lugares donde es posible involucrarse de manera más profunda con la historia local y las tradiciones locales es la Abadía Mellifont , construida en el condado cercano de Louth como la primera de su orden en el país. Durante mucho tiempo fue considerada como un punto de referencia para la construcción de abadías similares, con múltiples entradas en su construcción y espacio suficiente para dar alojamiento a cientos de monjes.
Otro edificio de monumental importancia local es la famosa Iglesia de San Pedro ubicada en la calle West. Diseñada por J. O’Neill y W.H. Byrne, y construida en el año 1884, esta enorme y hermosa iglesia es uno de los mejores ejemplares de edificios construidos con este estilo gótico característico de las grandes catedrales de Francia. Es posible hacer tours en sus interiores, pero se recomienda discreción y silencio ya que este sitio es considerado como sagrado para las personas locales, ya que incluso aquí descansan los restos de San Oliver Plunckett, un santo irlandés muy respetado en el país.
Al igual que las construcciones anteriormente mencionadas, el Puente de St. Laurence en Drogheda es un edificio antiguo lleno de historia muy interesante. Originalmente era un puente que servía para proteger y atajar el paso de ciertas personas durante las guerras civiles, pero hoy en día se alza solo una enorme puerta de piedra, con arquitectura claramente medieval, y que hace parte de algunas de las excursiones en los sitios de interés locales.