Catedral de Cuenca
La Catedral de Cuenca es un tesoro de la arquitectura religiosa española. Se comenzó a construir en el siglo XII, el primer templo gótico de Castilla junto a la de Ávila. Consagrado a Santa María y San Julián, tiene un impresionante pórtico de piedra, al que se asciende por unas cortas escalinatas.
En el siglo XVIII se realizó una importante remodelación, incluyendo tres ventanales llamados transparentes, vitrales que no representan ninguna forma y que dejan pasar la luz a través de sus distintos tonos cromáticos, dotando a la Catedral de Cuenca de un aura particular y memorable.
En el templo se conservan distintas muestras de arte sacro. Una de las muestras destacadas es la incorporación en la iconografía de retablos, columnas y otras decoraciones, de animales recién descubiertos tras la llegada de los españoles a América en 1492. Por eso se observan armadillos y tortugas, que eran desconocidos hasta entonces en Europa.
Las naves de la catedral son altas, construidas con bóvedas góticas. Es un templo hermoso y soberbio, en el que la luz crea curiosas formas. Al terminar el tour en la Catedral de Cuenca podrás disfrutar de los más ricos platillos de la gastronomía castellana en uno de los restaurantes de la plaza mayor.