Dunas de Yeso
En las fotografías parece que los visitantes entran a un paraje nevado, de cuento, pero hay algo extraño, nadie tiene frío. La realidad es que el blanco se asemeja a la nieve pero se trata de finas partículas de yeso que se quedaron ahí después de que el Mar de Tetis se secara hace millones de años. Las sales se quedaron en su sitio y se han mantenido a pesar del paso de los años, formando un impresionante paisaje en el que te preguntarás si todo lo que miras es real. El viento, que se mueve curiosamente entre las dunas vuela para crear figuras muy diversas.
Con el paso de los años la humedad y la lluvia han formado estructuras más firmes en las que algunos valientes se atreven a subir, aunque sin zapatos para conservar sus formas y evitar que se dañen. Quienes llegan a la cima tienen la oportunidad de apreciar de mejor manera el paisaje blanco que se intensifica con los brillos del sol. ¿Tú subirías?
Este tour en las Dunas no tiene igual, la arena en tus pies y los paisajes que produce el yeso te acompañarán en tu camino a la aventura. Si quieres seguir descubriendo las maravillas naturales de Cuatrociénegas no te puedes perder la excursión en Poza Azul y la Reserva de la Biosfera, que revela impresionantes tonos naturales que no encontrarás en ningún lado, pues sus suelos están impregnados de sustratos naturales que otorgan a la flora otras formas y colores, te parecerá un sitio de ensueño.