Palacio de Cultura
El palacio de la cultura se considera el edificio más significativo de la ciudad. Se encuentra pegado a la prefectura y al final de un sendero ajardinado escoltado por coníferas.
Su construcción se puso en marcha en 1910 y culminó en 1914. Los arquitectos que estuvieron a cargo del proyecto fueron Dezsö Jakab y Marcel Komor. Un detalle que hace a la historia de este lugar es que el palacio fue el último edificio que ambos profesionales realizaran en conjunto antes del estallido de la Primera Guerra Mundial. Debido a los materiales de primera que lo conforman, tales como el ladrillo, el hormigón, el hierro forjado, los vivaces mosaicos y la cerámica esmaltada, le merecieron el reconocimiento artístico y arquitectónico de obra maestra.
Si tomas una de las excursiones desde la ciudad, te contarán la historia de cómo los mejores hombres de oficio de la época: pintores, alfareros, vidrieros y ebanistas, la fueron dando forma y vida al lugar en el que hoy puedes visitar y maravillarte con la Sala de los Espejos, el Vestíbulo de Honor y la Sala de Espectáculos.
Si planeas hacer una visita completa al lugar, lo mejor es llegar por la mañana, ya que cierra a las cuatro de la tarde.
Recuerda que si después vas a asistir a algún espectáculo o lugar de pago, lo más seguro es reservar las entradas en Internet.
Para continuar con tu recorrido, puedes ir a la ascensión de la Catedral del Señor, una cita obligada para los amantes de las iglesias.