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Dic 04, 2020

 

 

No siempre necesitamos receta para adquirir un medicamento en la CDMX. Si lo buscamos para tratar enfermedades leves como el dolor articulatorio o una inflamación, podemos tomarlo directamente de los estantes en cualquier farmacia (y hasta en los supermercados).

Sin embargo, en otros casos es obligatorio presentar una receta médica o un permiso especial para conseguirlo. Si no cumples con este requisito, aquí te contamos algunas formas comunes de adquirir un medicamento en la CDMX sin receta.

Aún cuando algunas de estas prácticas sucedan a plena luz del día, no todas son legales y pueden representar un riesgo para tu salud.

Medicamentos controlados en la CDMX

Entre ellos se encuentran los medicamentos psiquiátricos o para bajar de peso. Se controlan porque tienen muchos efectos secundarios o deben ser administrados en dosis muy precisas. Además, pueden causar dependencia.

Sólo se adquieren con una receta médica escrita por un profesional de la salud que tenga licencia registrada. Pueden surtirse hasta tres veces y su venta se registra en libros de control. La farmacia que surte la dosis final del medicamento se queda con la receta. 

Puedes consultar el listado de estos medicamentos controlados en el artículo 245 de la Ley General de Salud en México.

Consultorios médicos en las farmacias

En las farmacias es común encontrar doctores titulados que brinden orientación médica básica. Si necesitamos un medicamento, podemos contarle al doctor nuestra situación y él decidirá si hacernos una receta o recomendarnos un medicamento distinto. En algunas farmacias el servicio médico básico no tiene ningún costo, en otras puede llegar a costar hasta $60. Un aspecto para considerar es que los doctores empleados en las farmacias suelen tener menos experiencia laboral. 

Los tianguis: el mercado negro de los medicamentos

Aunque está prohibido por la ley, los tianguis de El Salado, el metro de Tepito, San Felipe de Jesús y Santa Cruz Meyehualco, venden medicamentos en puestos ambulantes. Ofrecen antidepresivos, benzodeazepinas (como el Clonazepam), Kaletra para el VIH, medicina para el cáncer y la diabetes, así como viagra y antivirales que requieren una prescripción médica.

Estos medicamentos usualmente han sido robados, falsificados o están caducos. Incluso pueden contener información falsa en la etiqueta. Además, si acaso tuvieran alguna efectividad, la perderían por estar expuestos al sol y el polvo. La gente acude a ellos porque su precio es hasta diez veces más barato, a costa de dañar, quizá de manera permanente, su propia salud.

Nuestra recomendación es, por supuesto, que ni siquiera consideres esta opción. 

 

¿Ya conoces las farmacias en la Ciudad de México?, ¡averigua cuáles hay!

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