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Abr 20, 2023

Al son del vals de Johann Strauss, llegamos a la montañosa Buda y la llana Pest, divididas por el imponente Río Danubio, y unidas por una fe y un estilo de vida envidiables. Ubicada en el centro de Europa, Budapest es conocida como el París del Este, la Perla del Danubio... la ciudad que enamoró a Sissi.

Su encanto y diversidad atraen a cientos de miles de personas de todo el mundo. Hablamos de una metrópoli europea fascinante e icónica, con una rica historia que trasciende de lleno a su encanto y diversidad. La ciudad cuenta con una gran variedad de estilos arquitectónicos, que van desde el gótico y el barroco hasta el neoclásico y el art nouveau. Sus numerosos baños termales y spas, que son populares tanto entre los habitantes locales como entre los visitantes, son una parte integral de la cultura húngara, y se cree que tienen propiedades terapéuticas para la salud y el bienestar.

Además de todo ello, su escena cultural alberga numerosos museos, teatros, galerías de arte y salas de conciertos. Budapest es conocida también por su animada vida nocturna, con una gran cantidad de bares, clubes y restaurantes que ofrecen una amplia variedad de opciones culinarias y de entretenimiento, que además para los extranjeros resultan ser muy económicos. ¿Sabías encima que su red de metro fue declarada Patrimonio de la Humanidad? Está claro que Hungría puede presumir de capital. ¡Acompáñanos a descubrirla!

 

La ciudad que enamoró a Sissi Emperatriz

En efecto, la conocida princesa austriaca y luego Emperatriz Elizabeth de Austria cayó rendida a los pies de esta bonita ciudad. 

Sissi conoció Budapest en su primer viaje a Hungría en 1857, mientras acompañaba a su esposo, el emperador Francisco José I, en uno de sus viajes oficiales. Durante este viaje, Sissi se enamoró de la belleza de Budapest y quedó fascinada por su arquitectura, su cultura y su historia.

Sissi y Francisco José I visitaron Budapest en varias ocasiones después de ese primer viaje, y la emperatriz desarrolló una afinidad especial por la ciudad. Durante sus visitas, Sissi se hospedaba en el Palacio Real de Buda, situado en la colina de Buda con vistas panorámicas del Danubio y de Pest. También se dice que Sissi disfrutaba paseando por los jardines del Palacio Real y cruzando el Puente de las Cadenas, uno de los puentes más icónicos de Budapest. Además, Sissi también visitaba los famosos Baños Gellért, conocidos por sus aguas termales curativas, y disfrutaba de las actuaciones en la Ópera Estatal de Hungría, uno de los edificios más emblemáticos de Budapest.

Desde luego, la relación de Sissi con Budapest se fortaleció con el tiempo; tanto, que Budapest se acabó convirtiendo en uno de los lugares favoritos de Sissi. Su amor por la ciudad se mantuvo a lo largo de su vida, dejando una huella duradera en la historia de la capital húngara. Tras la coronación de ella y de su marido como reyes de Hungría en 1867, se les otorgó una residencia en Gödöllő. Esto se formalizó a modo de agradecimiento, por el papel que jugaron en la reinstauración de la monarquía dual de Austria y Hungría; un hecho que marcó la reconciliación de ambos territorios, así como el establecimiento del Reino de Hungría como parte del Imperio Austrohúngaro, tras la Revolución Húngara de 1848. 

 

El París del Este

No es de extrañar que Budapest sea conocida de esta forma: su belleza arquitectónica y su rica vida cultural le avalan y hacen merecedora de este piropo. 

Como hemos dicho antes, Budapest es conocida por su escena cultural y su animada vida nocturna, que se asemeja a la de París; pero lo cierto también es que Budapest tiene un lado romántico y encantador. La capital magiar, con sus calles empedradas, puentes iluminados, vistas panorámicas y paseos por el río Danubio, ha sido considerada una ciudad romántica, al igual que París con sus paseos junto al río Sena, sus puentes icónicos y sus acogedores cafés. La ciudad cuenta con una gran cantidad de museos, teatros, salas de conciertos y galerías como la de Gozsdu udvar, que ofrecen una amplia gama de opciones para el entretenimiento y la gastronomía en pareja, igual que París.

A ello hay que añadir que Budapest cuenta con una arquitectura deslumbrante que abarca varios estilos, desde el gótico hasta el art nouveau. Edificios emblemáticos como el Parlamento Húngaro, el Castillo de Buda, la Ópera Nacional de Hungría o el Puente de las Cadenas son sólo algunos ejemplos de la magnífica arquitectura que se puede encontrar en Budapest, similar a la que se encuentra en París con la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo y la Catedral de Notre-Dame, entre otros. Todos ellos son monumentos que deslumbran por la noche, regalando una estampa inolvidable y para el recuerdo. 

Pero más allá de su semejanza con la capital francesa, la influencia histórica y cultural de Budapest ha hecho que esta guarde consigo una identidad única. Budapest se ha visto influenciada por diversas culturas a lo largo de los siglos, incluyendo la húngara, la otomana, la austrohúngara y la soviética, lo que ha dejado una huella significativa en su patrimonio cultural. 

 

La Perla del Danubio

Si le preguntásemos al Danubio cuál es su ciudad favorita, seguro que nos respondería que Budapest. Desde luego, la ciudad no podía tener una mejor ubicación. Por la ciudad embarcan cada año miles de cruceros fluviales, atraídos por la singular belleza de una ciudad que contrasta de lleno entre una orilla y otra. Budapest se encuentra en ambas orillas del río Danubio, que atraviesa la ciudad y la divide en dos partes: Buda, en la colina al oeste del río, y Pest, en la llanura al este del río. Esta ubicación única le otorga una vista panorámica espectacular del río y de los puentes que lo cruzan, creando una atmósfera sumamente pintoresca. 

Budapest es conocida por sus hermosos puentes que cruzan el río Danubio, como el Puente de las Cadenas, el Puente de Isabel y el Puente de la Libertad. Estos puentes son verdaderos símbolos de la ciudad y ofrecen vistas panorámicas espectaculares del Danubio y de los edificios emblemáticos que se encuentran a lo largo de sus orillas; entre algunos de ellos destacan los ya mencionados en Pest, como el imponente Parlamento Húngaro, así como la Basílica de Szent István o el Mercado Central de Budapest (Nagy Vásárcsarnok), una joya que suele pasar desapercibida, y como no, los que se localizan en lo alto de Buda, tales como el majestuoso Palacio Real de Buda, o la Iglesia de Matías y el Bastión de los Pescadores (Halászbástya). Todos ellos, ante los ojos atentos del gran Danubio.

Pero si algo hace aún más especial a la ciudad, son sus aguas termales. Lo cierto es que Hungría entera es famosa por ello, visto en especial que no se trata de un país costero, podemos decir que estas aguas, así como las del Lago Balatón, constituyen una vía de escape para quienes desean disfrutar de estos espacios. En Budapest, más allá de la tranquilidad y de los beneficios que tiene para la salud, son un punto de encuentro y de esparcimiento para quienes residen en la capital. Todo un símbolo de la cultura magiar y de su forma de vida. 

 

¡No lo pienses más, sabemos que lo estás deseando! ¡Visita Hungría, conoce Budapest!

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