Huesca

 

Corazón de Aragón, balcón de los Pirineos, Huesca está enclavada en la zona nororiental de España. A orillas del río Isuela, es centro comercial y agrícola de una comarca de gran importancia, la Hoya de Huesca, y es una ciudad pequeña que conserva en sus calles el encanto de las muchas épocas que han transcurrido sobre ese suelo y bajo ese cielo. Ocupa hoy el mismo territorio de la Bolksan que fundaron los íberos, conocida en toda Europa por su casa de moneda, donde acuñaban una moneda local. Esta organización fue la que más acuño moneda en toda Hispania, entre los siglos II y I antes de Cristo. Sin embargo, ya el hombre habitaba esa tierra desde el año 4.000 antes de Cristo. Conquistada por los romanos, fue conquistada por los visigodos y luego por los árabes. Recuperada por los aragoneses, en 1273 comenzó la construcción de su imponente catedral, en estilo gótico. Dedicada a la Transfiguración del Señor, ocupa un promontorio en el centro del casco histórico de Huesca, en el cual se sucedieron las distintas ocupaciones de la ciudad. En la Plaza de la Catedral está el Museo Diocesano, y las construcciones antiguas contrastan con la simpleza de las líneas talladas en la piedra.

El Parque Miguel Servet es un hermosísimo espacio verde, arbolado, con múltiples fuentes, lagos artificiales y caminerías para andar en bicicleta, correr, o simplemente sentarse a leer un libro bajo la sombra de los árboles. La calle Coso Alto tiene una gran cantidad de tiendas, que también pueden encontrarse en el paseo de Ramón y Cajal. Uno de los atractivos más importantes de Huesca es su Catedral. Su nave central culmina en un altar mayor, con un inmenso retablo de alabastro que muestra tres escenas de la Pasión de Cristo. Es un espacio sacro, de muros altos y bóvedas cruzadas, donde resuenan los cánticos religiosos, mientras el incienso dibuja caprichosas volutas que se confunden con el resplandor de las luces.

A 75 kilómetros de Huesca se encuentra un atractivo que no puede dejarse de lado cuando se visita la ciudad: el Santuario de TorreCiudad. Dedicado a la Virgen María, se edificó por el deseo expresó de José María Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei. Es un sitio de gran misticismo y de adoración perpetua, y te explicaremos cómo visitarlo.

Otro punto infaltable durante la excursión en Huesca es el Monasterio de San Pedro El Viejo. Sitio de sepultura de dos reyes de Aragón, es un ejemplo perfecto y muy bien cuidado del románico, construido en el siglo XII y Patrimonio Nacional de España, está ubicado muy cerca del centro histórico y te contaremos cómo visitarlo.